Se estima que, para fines básicos, la región necesitaría precipitaciones sobre los 700 mm, además de unos tres o cuatro metros de nieve en la cordillera.
Son múltiples y devastadores los efectos que ha generado el cambio climático en el medioambiente. Siendo la sequía, deficiencia de las precipitaciones a través de un periodo de tiempo, lo que más ha impactado en la agricultura y las comunidades que conviven alrededor.
Hoy Chile está enfrentando la peor sequía de su historia. Tras trece años consecutivos con precipitaciones bajo lo normal, el déficit hídrico es preocupante. El año pasado el Ministerio de Agricultura y de Obras Públicas, destinó casi 19 mil millones de pesos para combatir esta crisis en nuestra región.
Se estima que, para fines básicos, la región necesitaría precipitaciones sobre los 700 mm, además de unos tres o cuatro metros de nieve en la cordillera. Pero el panorama no es auspicioso. Para la próxima temporada invernal, se pronostica que el Maule enfrente un nuevo evento de sequía, que podría mantenerse hasta el 2024, lo cual restringirá aún más las posibilidades de riego, limitando la agricultura y el crecimiento económico.
