Se trata de una megalópolis la cual se espera que esté disponible a partir de 2030.
La carrera tecnológica se desató en Arabia Saudita pues allí, esperan construir NEOM (cuyo nombre alude a la idea de un “Nuevo Futuro” por la abreviatura del término árabe Neo-Mustaqbal), megalópolis que se extenderá sobre 170 kilómetros y contará con dos edificios paralelos llamados The Line, cada uno de 500 metros de altura.
Si bien la viabilidad económica y medioambiental del proyecto aún es una incógnita, se sabe que hay cientos de miles de millones de dólares invertidos por Mohammed Bin Salman, dirigente de facto del país, que busca diversificar la economía del reino petrolero y hacer frente a la futura crisis de este recurso, prevista para mediados del siglo XXI.
NEOM se situará en la zona fronteriza entre Arabia Saudí, Egipto y Jordania, a orillas del Mar Rojo, lugar donde fluye aproximadamente un 10% del comercio mundial. Sin embargo, la cantidad de habitantes ya tiene un límite determinado, en ese sentido se espera que para 2030 la enorme ciudad pueda recibir a un máximo de 1,2 millones y, para 2045, un límite de 9 millones de residentes.
Cabe decir que tales cifras están distribuidas entre saudíes y extranjeros.
La apuesta es propia de cualquier película de ciencia ficción, ya que se espera que sólo utilice energía solar, eólica y de hidrógeno, además de ser la primera en extinguir el uso de vehículos mediante el “urbanismo de gravedad cero” y un tren de alta velocidad.
Finalmente, la legislación será propia del lugar y aún es materia de estudio, más no se descarta mantener la restricción del alcohol tal como ocurre en el país conservador.
