El pasado día martes se anunció que entra en vigencia el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, el cual tiene entre sus principales fines busca rebajar las barreras comerciales entre sus socios.
Este acuerdo luego de cinco años de tramitación en el Congreso terminó por materializarse, y de esta forma Chile pasó a ser la décima economía en ser parte de este. Es decir, hasta el momento el tratado incluye a Canadá, Japón, México, Australia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Malasia, Vietnam y Brunei Darussalam. Cabe destacar que no todos los miembros son democracias, ya que el último país posee un modo de gobierno conocido como monarquía absolutista, donde es legal la ejecución por medio de la lapidación en casos de homosexualidad o adulterio.
El acuerdo principalmente trae beneficios en el área de exportación, lo cual busca lograr un mayor consumo de productos nacionales y de esta forma obtener también la oportunidad de obtener crecimiento económico de este modo.
Debido al ajuste de aranceles de exportación, diversos productos se verían beneficiados, entre ellos la producción de la vendimia y los productos bovinos.
Aspectos positivos
Wilfredo Araya, ingeniero comercial y licenciado en Ciencias de la Administración de Inacap comenta sobre este tratado: “Lo positivo del acuerdo es que Chile se abre a un mercado competitivo para el sector de importaciones y exportaciones, el cual representa el acceso al 13% del Producto Interno Bruto del mundo. El TPP 11 posee también economías bastante desarrolladas y el acceso a poco más de 500 millones de habitantes, por lo cual la profundidad del mercado para comercializar los productos es muy potente. La ventaja claramente significa que vamos a ver progresivamente una reducción en los aranceles de los distintos productos”.
Puntos negativos
Pese a los beneficios económicos que puede traer este acuerdo, hay puntos negativos, Wilfredo Araya señala: “Hay un conflicto importante respecto a las controversias que se podrían generar, esto en relación al artículo 2 del capítulo 17, el cual habla de que las economías que desarrollan el tratado pueden ejecutar industrias concentradas, aquí habría un punto que podría generar polémicas en el caso de que un nuevo actor se quisiera integrar en una industria más monopolizada de algún producto, como por ejemplo el litio”.
El Mecanismo de Resolución de Conflictos ha sido uno de los puntos más polémicos de este acuerdo, ya que incluso el presidente Gabriel Boric en su campaña presidencial se negó a que se concretara el acuerdo, para más adelante confirmarlo de todas maneras.
