Domingo, Abril 28, 2024
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40 horas: la mitad de una década en el Congreso

Desde 2017 que el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas. Sin embargo, durante este último lapso la idea ha tomado mucha más fuerza y está ad portas de ser ley.

Chile lleva más de quince años trabajando 45 horas a la semana, específicamente desde enero de 2005, gracias a la decisión, tomada en 2001, de aprobar la reforma laboral que eliminó las 48 a las que se estaba acostumbrado. Entre tanto, se abrieron discusiones sobre una nueva reducción, esta vez de cinco horas, lo que ha causado grandes debates respecto a la productividad del país y la rentabilidad de las empresas.

Fruto de aquellas discusiones e ideas, en 2017 se ingresó un nuevo proyecto que satisfacía la idea de llegar a las 40 horas. Esto fue impulsado por Karol Cariola (PC) y la actual Ministra Camila Vallejo (PC) sin embargo, todo quedó estancado por varios años, hasta que la urgencia de completar el proceso llegó con el Gobierno de Boric, y claro, la necesidad de reactivación siempre estuvo bajo los ojos de los trabajadores.

La actualidad y el futuro

Desde el segundo semestre del año pasado hasta la fecha, el proyecto avanzó lo que no había avanzado en cinco años. Finalmente, el Senado lo aprobó sin ningún voto en contra, despachando la moción a la Cámara de Diputados para una decisiva discusión que repasará los últimos cambios que sufrió su escrito original.

La reducción de jornada laboral será gradual, esto quiere decir que luego de que empiece a regir la ley, los cinco años venideros serán los responsables de bajar las horas: el primer año disminuirán a 44, el tercer año volverán a caer a 42 y el quinto año se llegará finalmente al título popular del proyecto, las 40 horas

Roberto Cerón.

Sobre esta inminente nueva realidad laboral, El Centro conversó con Roberto Andrés Cerón Reyes. Abogado. Magíster en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social (U. de Chile). Profesor Asistente del Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, de la Facultad de Derecho de la U. de Chile.

“Bien, debe decirse que este proyecto de ley, conocido como el proyecto Ley 40 Horas, es mucho más que eso. Si bien el eje es una reforma a la jornada ordinaria de trabajo que la reduce de 45 a 40 horas semanales, también se modifican una serie de jornadas especiales del Código del Trabajo. Además, junto con tales modificaciones, también hay otras. Hay otros cambios para fortalecer a la micro y pequeña empresa. También otros aspectos vinculados a la conciliación del trabajo y la familia. De modo tal que el proyecto es mucho más que las 40 horas”, explica el experto. 

¿Cuál es el contexto normativo en el marco de la reducción de la jornada de trabajo? 

“Se dio un salto que en términos cuantitativos es interesante. En efecto, en Chile, en el año 2001, en el marco de la Ley 19.759, se redujo la jornada de 48 45 horas. Desde esa fecha no hemos reducido la jornada ordinaria de trabajo. Pero ese fue un salto importante, sobre todo porque la idea de reducción de la jornada, al menos desde el punto de vista de la normativa internacional, es algo por lo que se viene abogando desde la década de los 60”, analizó el profesor de la Universidad de Chile. 

Entonces recordó que todo esto se remonta a un contexto internacional: “En el año 1972 se acordó en la Organización Internacional del Trabajo el Convenio número 147, que justamente apunta a la reducción de la jornada de 40 horas semanales. Ese convenio tiene poquísimas ratificaciones. Si uno revisa la página del organismo internacional, no son más de 15 países los que han ratificado este convenio. Chile no lo ha hecho. 

Tanto este Convenio como la recomendación, la número 116, apuntan a la reducción progresiva de la jornada de trabajo. Eso se conjuga además, con los tiempos que a nosotros nos toca vivir, pues no podemos analizar la jornada de trabajo de forma abstracta, completamente desconectada del medio que nos circunda. Estamos viviendo en la postmodernidad”. 

¿Qué significa en materia laboral?

“El trabajo ya no es como fue. La globalización económica significó la transformación de la estructura de la empresa. Lo que repercute en su articulación. Por otro lado, las personas también quieren un trabajo que sea mucho más compatible con sus tiempos privados, sus tiempos familiares, sus tiempos personales, recreativos y demás. Ahora, si uno mira en general el proyecto, ¿qué tiene de bueno y qué tiene de malo? Este análisis no es en términos de blanco o negro” sostiene Cerón. 

Aspectos negativos

El Magíster en Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social apuntó: “Yo diría que el aspecto negativo es que no hay ninguna mención a cuestiones vinculadas a la productividad del trabajo. O sea, el proyecto apunta a que las personas mejoren sus condiciones de vida y tengan mayores tiempo para su familia y demás. Pero no hay ninguna mención y tampoco hay ninguna iniciativa que derechamente mejore la productividad de los trabajadores. 

Se habla cuando se menciona la reducción de la jornada, que todo va encaminado a la productividad. Esto lo dice el mensaje, pero esto no se logra con la sola disminución de la jornada, porque hay que situar estos cambios en la cultura laboral en la que estamos inmersos y nosotros tenemos, según los parámetros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una jornada de trabajo promedio bastante alta”. 

Entonces el abogado entrega cifras certeras: “Según la OCDE, en 2020 cada trabajador en Chile aportó en promedio $30,4 por cada hora de trabajo al PIB nacional. Sin embargo, de los 39 países OCDE, Chile está en el lugar 36 sólo sobre Costa Rica, México y Sudáfrica, porque el promedio OCDE es de 54,5 $ por hora de trabajo. Por lo tanto, eso corrobora que nosotros somos improductivos y en el proyecto se vincula una mayor productividad automáticamente a una disminución de la jornada. Y eso no es así “, recalcó.

¿Qué ocurre con el sector público?

“La ley no se hace cargo del sector público, pero la misma normativa señala la creación de una mesa del sector público para extender las 40 horas, es decir, extender esta reducción a este sector. En efecto, el 5 de diciembre de 2022 y en el marco del reciente reajuste de remuneraciones de dicho sector, se conversó este tema y se acordó la estación de mesas de trabajo para ver cómo puede reducirse la jornada ordinaria de los trabajadores del sector público, que actualmente es de 44 horas y está regulada en diversos estatutos. El Gobierno tiene interés en que esta medida se extienda a los trabajadores de dicho sector. 

En suma, este proyecto va por buen camino, pero el Gobierno debe también ingresar quizás otros proyectos que apunten a una mejora mucho más clara de la productividad de los trabajadores o proyectos no exclusivamente enfocados en la reducción de la jornada de trabajo”, cerró.

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